7/1/12

orgullo

Siempre he aborrecido a las personas que se compadecen de si mismas, que se lamentan su difícil vida, que piensan que su sufrimiento es lo más terrible, que las cosas que les pasan nadie las podría soportar.
Supongo que he ahí el fingir que nada me afecta, mi orgullo no lo permite, y yo no me permito ser débil.
Catastróficamente, una ves al día mi mente viaja al pasado reviviendo una y otra ves las cosas.
Pero ya no más. Adiós. 

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