16/2/12

demonios

Cada quien con sus demonios a cuestas, intentando sobrevivir en la angustiosa espera del cuestionamiento.
Qué hacer sino esperar... qué vivir sino seguir.
Sufrimiento y desesperación te atraviesan en el tiempo, y tu caminar seguro se vuelve un frágil lamento.
Una viva desdicha.
Y la calma se agrupa como punzón cortante... todos la desean pero para eso han de sufrir.
Un corte directo al corazón.

Siento el deseo de ser apoyo; veo mis brazos abiertos sin discriminación y mi sonrisa tranquilizadora apuntando a los cielos.
Quizás sea hora de superar mis propios demonios .

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