Cuando no te veo seguido me deprimo .-
28/5/12
19/5/12
vencedor
Las palabras carcomen mi garganta por querer salir, y las suelto.
Mientras transmiten tus ojos la sorpresa de una quietud; y tus brazos.
Rodean el pelo y el escupitajo, que tan calmado recibes sin replicar.
Me encantas y te odio por eso, te insulto mil veces y te quedas,
quiebras mi lógica, porque te quedas.
Te pongo otra vez a prueba, con el actuar más trastornado;
y sigues a mi lado.
Ya abandoné mi orgullo arraigado.
Puedes decir que soy tuya.
Mientras transmiten tus ojos la sorpresa de una quietud; y tus brazos.
Rodean el pelo y el escupitajo, que tan calmado recibes sin replicar.
Me encantas y te odio por eso, te insulto mil veces y te quedas,
quiebras mi lógica, porque te quedas.
Te pongo otra vez a prueba, con el actuar más trastornado;
y sigues a mi lado.
Ya abandoné mi orgullo arraigado.
Puedes decir que soy tuya.
vicente
Que el verso sea como una llave
que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
cuanto miren los ojos creado sea,
y el alma del oyente quede temblando.
Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
el adjetivo, cuando no da vida, mata.
Estamos en el ciclo de los nervios.
El músculo cuelga,
como recuerdo, en los museos;
mas no por eso tenemos menos fuerza:
el vigor verdadero
reside en la cabeza.
Por qué cantáis la rosa, ¡oh poetas!
hacedla florecer en el poema.
Sólo para nosotros
viven todas las cosas bajo el sol.
El poeta es un pequeño Dios.
15/5/12
reflexión
Jamás desesperes,
aun estando en las más sombrías aflicciones,
pues de las nubes negras
cae agua limpia y fecundante.
13/5/12
lobo de la estepa
Yo te gusto - continuó ella-, por el motivo que ya te he dicho: he roto tu soledad, te he recogido precisamente ante la puerta del infierno y de nuevo te he despertado. Pero quiero de ti más. Quiero hacer que te enamores de mí. No, no me contradigas, déjame hablar. Te gusto mucho, de eso me doy cuenta, y tú me estás agradecido, pero enamorado de mí no lo estás. Yo voy a hacer que lo estés, es parte de mi profesión; como que vivo de eso, de poder hacer que los hombres se enamoren de mí. Pero, entérate bien, no hago esto porque te encuentre francamente encantador. No estoy enamorada de tí, Harry, estoy tan poco enamorada como tú de mí. Pero te necesito, como tú me necesitas. Tú me necesitas actualmente, de momento, porque estás desesperado y te hace falta un impulso que te eche al agua y te vuelva a reanimar. Me necesitas para aprender a bailar, para aprender a reir, para aprender a vivir. Yo, en cambio, también te necesito a tí, no hoy, más adelante, para algo muy importante y hermoso. Te daré mi última órden cuando estés enamorado de mí, y tú obedecerás, y ello será bueno para tí y para mí.”
Levantó un poco en la copa una de las orquídeas de color violeta oscuro, con sus fibras verdosas, inclinó su rostro un momento sobre ella y se quedó mirando fijamente la flor.
-No ha de ser cosa fácil, pero lo harás. Cumplirás mi mandato y me matarás. Eso es todo. No preguntes nada.
Levantó un poco en la copa una de las orquídeas de color violeta oscuro, con sus fibras verdosas, inclinó su rostro un momento sobre ella y se quedó mirando fijamente la flor.
-No ha de ser cosa fácil, pero lo harás. Cumplirás mi mandato y me matarás. Eso es todo. No preguntes nada.
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