creación expresiva
Víveme y dime que estoy bien; mírame partir.
El sol es de color púrpura y el suelo es de tonalidades rosa pastel.
Y estoy en medio del día.
El hielo abrazador quema mi cuerpo, y la piedra se vuelve dura.
Díganme queridos... ¿Hay algo que entiendan?
No me digas si estoy mal o no, solo acompáñame en silencio.
Ya deja de predicar una idealización de vida.
Si mi enferma mente no quiere seguirla, no lo hará; hazme compañía así o vete lejos...
gente así, no me hace falta.
Víveme en el mejor de mis días, para que tengas el verdadero conocimiento de como soy; no te dejes engañar por todos mis días malos.
Vengan queridos; cuando soy la mejor, quédense con eso y ya déjenme en paz; vayanse ahora que aún pueden. Váyanse cubiertos por su burbuja hermética. Que no acepta ruidos ni motores. Ni razones.
No hay nada que puedan comprender.
No hay nada que quieran entender.
Y la puerta que soy ahora. Cerrada.
Pero la abre el sol... en algunas ocasiones.
Desde mi habitación grito las sílabas del último destierro; y mi último respiro parece un montaje en escena.
Todo lo que creo verdad, ¿lo es?
Talvés nada lo sea.
Tal vez nada lo es.
Víveme ahora por favor, no pierdas tiempo... aprovechame que aún estoy cuerda.
Porque viviendo por mi misma aquí, nose por cuanto lo pueda estar.
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