5/7/10

algo sencillo

"Ahora se abraza las rodillas, acomodando su cabeza contra sus brazos  y cerrando los ojos. Está aburrido. Y cansado. Y dormir en la calle y bajo la lluvia le da realmente igual.
Pasos apagados a su espalda, un paraguas que se abre y no más gotas sobre su mejilla izquierda, la que estaba expuesta a la lluvia.
Alza la vista sin darle mayor importancia, encontrándose con la sonrisa que había esperado ver. Y el sólo hecho de verla le hace olvidar que la hubo estado esperando. Frunce el ceño aún más, levantándose y sin inmutarse ante la pregunta de qué hace en la lluvia a esas horas. Podría haber llamado, eso lo sabe, pero vuelve a ignorar la sugerencia. Y no, no quiere pasar a secarse, le da igual que su cabello esté completamente empapado y que probablemente su ropa interior también lo esté. Eso no le incumbe a él, y se lo hace saber. Ante lo que el otro sencillamente ríe de esa forma tan despreocupada, como siempre con un cigarro entre los labios.
Cigarro que se apaga inmediatamente con un siseo bajo cuando es quitado por un golpe hábil. Y quien esperaba, aparta la vista un segundo al recibir una vahada de humo en pleno rostro. Sabe que no es por descortesía, sino por sorpresa. Le encanta eso. Porque sabe que cuando es él quien le toma por sorpresa puede tener el control desde el principio. Dominancia, dominancia…cuando lo toma por el cuello de su abrigo y tira de él, hasta que el otro se queda en piedra un momento al sentir sus labios impactarse bruscamente. Eso es dominancia.
Por más que, cuando finalmente es correspondido y la sorpresa da paso a una ligera caricia en su nuca por debajo y por entre su cabello, por cortesía cede un poco. Y cuando una presión repentina en su cintura, acompañado por la súbita vuelta de la lluvia sobre su cabeza, le obliga a sentir ese cuerpo cálido tan cerca del suyo, demasiado cerca quizá, cede un poco más. Cede tanto que ya no tiene el control. Por cortesía, claro.
Y cuando lentamente se separan, por supuesto él saliendo primero de aquel trance y abriendo los ojos orgullosos rápidamente, visualizando sus ojos cerrados y su rostro tranquilo y mojado, ya se ha olvidado de muchas de las razones de su mal humor. Pero no lo suficiente como para mantener su rostro digno cuando el otro corresponde al fin a su mirada, sonriendo suavemente. Y aún presionando su cintura como si fuera lo más cómodo del mundo. Y para ambos, probablemente, lo es.
Pero el momento es breve, la tregua es difícil de mantener. Ya que al momento de escuchar la pregunta pícara que debería haber previsto, la pregunta más evidente que alguien le haría a un joven orgulloso que está completamente empapado bajo la lluvia, casi como si un rayo hendiera el cielo el cuerpo del rubio se tensa. Porque él no estaba esperando desde hacía horas bajo la lluvia, y desde luego aquello no era romántico. Y de una sonora bofetada dejó clara su respuesta, resonante junto con el sonoro quejido de su acompañante a través de la calle, y agradeciendo internamente la oscuridad que ayudaba a esconder ese tenaz sonrojo del que las pieles demasiado pálidas son permanentes víctimas."

Me identifico con el chico rubio [Mello] .. siempre creo que tengo la situación controlada y detalladamente calculada, lo cual no es verdad. Al final una despreocupada y sencilla sonrisa deshace todo. ¿Por qué eres tan simple? ¿Por qué no puedo yo ser así también? Soy tan compleja ... hasta yo misma me canso de intentar codificar y traducir mis acciones, las cuales son todo lo contrario a lo que quiero.
La vida es tan simple, somos nosotros la que la complicamos; a fin de cuentas las acciones que se deben tomar son simples y claras, poco menos te golpean el rostro o te colocan el pie al caminar, pero nunca las tomamos, se le da vuelta & vuelta a un mismo tema, y se piensan mil escenas con lo que ocurrirá a cada desición tomada. ¿cúal conviene más? ¿con cúal saldrán menos personas heridas? ¿sufriré despues? ¿será lo mejor? y.. ¿si no lo es? .. ¿me arrepentiré?. Esto me recuerda a un libro.. El Túnel; me identifico mucho también con él protagonista. Y ni me quiero acordar de la mujer, que me produjo un rechazo sin lugar a defensa.
En fin, tal vez algo simple necesito.
Los placeres sencillos son el último refugio de los hombres complicados.
Oscar Wilde

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